La Comisión Europea alertó ayer del uso generalizado de contratos temporales en España y de sus efectos negativos para la productividad.
El Ejecutivo comunitario presentó su informe anual sobre desequilibrios macroeconómicos, en el que advierte a España, pese a su gran recuperación, de que no ha superado completamente la crisis.
España posee una de las tasas más altas de contratos temporales de la UE, muchos de ellos de muy corta duración. Además, el informe apunta que con frecuencia pueden estar asociados a malas condiciones de trabajo y a un elevado riesgo de pobreza.
Bruselas reconoce que las últimas reformas laborales parecen haber reducido la diferencia entre contratos fijos y temporales, pero insiste en que siguen incentivando la contratación temporal.
Por otro lado, el riesgo de pobreza en España sigue siendo demasiado alto, especialmente entre los menores de edad, y sigue creciendo entre las personas que tienen un puesto de trabajo.
También la comisión considera insuficientes las medidas adoptadas por España para combatir la corrupción, aunque destaca la aprobación de leyes sobre transparencia de financiación de partidos, conflictos de interés y declaración de patrimonio.