Canarias, junto a Cataluña, lidera el ajuste estructural de las regiones entre 2014 y 2018.
El saldo estructural es el de una economía en situación ideal, alejada de cualquier afectación y en el que se utilizan todos los factores de producción, capital y trabajo.
Esta variable permite analizar la posición fiscal a largo plazo con independencia del ciclo económico. Canaras marcaba un 0,3% del PIB en este indicador en 2014, ascendiendo al 2,2% en 2018, una variación de 1,9 puntos en cuatro años.
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) concluye que la mayoría de comunidades no ha realizado ningún esfuerzo de consolidación fiscal.
En concreto, en el año 2014 el déficit estructural del subsector de las comunidades se situaba en el 0,3% del PIB, que se elevó al 0,5% en 2015 y 2016, al 0,6% en 2017 y volvió a situarse en el 0,3% en 2018.