UGT y CC OO han propuesto al Gobierno una serie de medidas como la jornada laboral de 35 horas semanales sin reducción salarial, el refuerzo de la excepcionalidad del trabajo temporal y la regulación de las prácticas no laborales. Las medidas se han enviado en un documento conjunto al secretario de Estado de Empleo.
Además, proponen endurecer la regulación actual del despido objetivo y desincentivar el uso de la contratación temporal.
Los sindicatos piden que se impida a las empresas con beneficios justificar despidos en base a una previsión de pérdidas o a una caída de las ventas. También quieren elevar las indemnizaciones actuales, que la ejecución de un ERE requiera la aprobación de la autoridad laboral, o que en los casos de despidos improcedentes sean los trabajadores los que decidan entre la readmisión o la indemnización.
En cuanto a la contratación, los sindicatos quieren que la forma ordinaria de acceso al empleo en todas las empresas sea la fija, incluyendo las contratas y subcontratas, de manera que la contratación temporal sea excepcional y atienda sólo a causas justificadas.
Para ello, plantean un aumento de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social para los contratos temporales, sobre todo si son de muy escasa duración.