Los hoteleros de todo el país se han cansado de seguir pagando impuestos por unos servicios que no están utilizando. La mayoría están cerrados y no tienen ingresos.
El colectivo insiste en pedir ayudas directas al Estado, como en otros países europeos, para sostener el principal sector económico de España.
En el caso concreto de Canarias, solo un 10% de la planta alojativa está abierta y tiene unos niveles de ocupación del 15%.
Pese a la situación en la que se encuentra el sector, los empresarios siguen pagando tasas municipales como el IBI, los vados o las basuras. Ni siquiera durante el estado de alarma, cuando fueron obligados a cerrar, dejaron de pagar.
Los empresarios consideran que las administraciones locales deberían aplicar bonificaciones o exenciones de estas tasas a los hoteleros, que están afrontando la mayor crisis de su historia.
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) denunció ayer este trato.