El sector de la construcción está en una situación límite por el encarecimiento de las materias primas y la inflación. Además, los periodos para revisar los precios de las obras públicas por parte de las administraciones es muy elevado.

Por todo esto, hay bastantes empresas del sector que ya han abandonado la actividad y otras muchas temen por su continuidad.

También está en entredicho la viabilidad de los fondos europeos porque hay muchos contratos e inversiones que dejan de materializarse en las islas. En el último año, el Archipiélago perdió 72 millones en inversión por licitación pública.

La patronal de la construcción, Fepeco-CNC, propone una ley de revisión excepcional de precios para evitar que la inflación siga cerrando constructoras y no paralice el sector. Además de otra serie de medidas, cree fundamental compensar el incremento de la energía.