Canarias quiere participar en el debate mundial sobre la aplicación de tributos medioambientales. El vicepresidente y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, plantea una nueva fiscalidad ambiental en las Islas para destinar la recaudación a reducir la huella de carbono en el turismo, el transporte y la industria.
Los ingresos de este nuevo tributo podrían utilizarse para la ejecución de los trenes en Gran Canaria y Tenerife y para fomentar el uso de vehículos eléctricos en las Islas.
Según Rodríguez, el impuesto ambiental sería una evolución de la tasa turística, cuya aplicación no ha generado consenso en el Gobierno y ha sido rechazada por los empresarios turísticos.
Todavía no está clara la manera de aplicar este tributo. Se estudia gravar de alguna forma el turismo y a otras actividades con el fin de reducir las emisiones de carbono y luchar contra el cambio climático.