El último informe de coyuntura socioeconómica de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) revela síntomas de contracción que ya empiezan a notarse en varios indicadores de la actividad en Canarias.

El PIB creció un 0,4% en el tercer trimestre de 2018, tres décimas menos que en el trimestre anterior y dos décimas inferior al conjunto nacional. La Industria retrocedió un 1,4%, mientras agricultura, construcción y servicios experimentaron avances.

El turismo extranjero trajo en diciembre 23.788 visitantes menos en dato interanual, acumulando una caída de medio millón de turistas en el año. El gasto turístico se redujo de media un 1,2%.

También ha bajado el tráfico portuario, un 8,2% en diciembre, mientras que en el acumulado del año el descenso es del 1,3%.

La inflación subió un 1,4%, dos décimas más que en el conjunto del Estado, por el encarecimiento de los combustibles, que se elevaron un 10,8% frente al 2,8% a nivel nacional.

En cuanto al empleo, Canarias cuenta con 913.400 ocupados, tras generar en el último año más de 40.000 puestos de trabajo. La tasa de paro se mantiene por debajo del 20% por segundo trimestre consecutivo. Sin embargo, ha caído el empleo generado por el sector privado, frente al ascenso de los asalariados del sector público. También han bajado los autónomos.

Con estas cifras, se cree que el sector público empezará a tirar del mercado laboral ante el retroceso de la inversión privada.

La desaceleración puede acentuarse a lo largo de este año en un contexto de incertidumbre marcado por el brexit, la subida de los tipos de interés en Europa, el encarecimiento del petróleo, la inestabilidad política en España y la incertidumbre en torno a los presupuestos del Estado.

Con toto, el PIB de Canarias este año seguirá rondando el 2% de crecimiento.