El Gobierno, la patronal y los sindicatos celebraron ayer un primer encuentro para decidir si subirá el salario mínimo interprofesional (SMI) a partir del año que viene, que actualmente está fijado en 950 euros.
La patronal sostiene que no es momento para incrementos por las circunstancias de la pandemia.
El Ministerio de Trabajo, por su parte, dice que la subida está garantizada, pero sin dar cifras. Sí indica que el incremento podría beneficiar a cerca de dos millones de trabajadores en España.
En lo que queda de año, se prevén duras negociaciones por la discrepancia de posturas entre las partes.