Un informe de Cepyme cifra la mortalidad de las empresas españolas en 22.500 negocios anuales, lo que sitúa al país a la cabeza de Europa.
El estudio pone el foco en las cargas laborales y los impuestos como mayores impedimentos para que las empresas prosperen.
Además, apenas la mitad de las empresas españolas con empleados continúa activa tres años después de su creación. El nivel desciende hasta el 40% pasados cinco años.
La vida media de las empresas españolas no llega a los once años, seis años y medio menos que la media europea.
Según Cepyme, el menor tamaño de estas empresas en relación a la media europea es lo que lastra su productividad.
Las causas, aseguran, son el sistema tributario español, con las terceras cotizaciones sociales más elevadas de Europa y los impuestos de Sociedades e IRPF, también entre los más altos.