Canarias cerró 2017 con 2.286 autónomos más, un crecimiento del 1,9%, por encima de la media nacional. Las islas son la tercera región donde más se han incrementado estos trabajadores, solo por detrás de Madrid y Baleares.

Según un informe del Instituto Santa Lucía, la jubilación es uno de los momentos de mayor estrés económico para los autónomos (80%), solo por detrás de la ansiedad por la pérdida de clientes (83,5%). En cambio, la contratación de nuevos empleados es la última preocupación de los autónomos (46,9%).

La pensión media de jubilación de los autónomos en Canarias es de 660,7 euros mensuales, por debajo del SMI. Esto significa que un autónomo cobra de media una pensión el 39,4% inferior a la de un trabajador del Régimen General (1.006 euros).

Una mayoritaria parte de este colectivo se muestra preocupado por que sus pensiones sean más bajas en el futuro.

El Congreso aprobó el año pasado una nueva Ley de Medidas Urgentes al Trabajo Autónomo, que contempla novedades como la compatibilización al 100% del trabajo con la pensión de jubilación, deducciones fiscales, la ampliación de la tarifa plana de 50 euros a un año o la posibilidad de cambiar hasta cuatro veces al año la base de cotización para adecuarla a los ingresos.

Una de las grandes demandas de los autónomos es que las cotizaciones a la Seguridad Social sean progresivas en función de los ingresos reales.