El Gobierno de Canarias está buscando fórmulas para intentar salvar al sector hortofrutícola ante la inminencia del brexit. Cuando este se consume, Reino Unido pasará a ser considerado un tercer país, perdiendo las ayudas al transporte y a la comercialización. Las pérdidas podrían ascender a varios millones de euros por campaña.
El anterior Gobierno regional ya informó a Madrid del grave problema que se genera a una actividad de la que viven alrededor de 6.000 familias en las Islas. Hasta la fecha no ha habido respuesta, por lo que el actual Ejecutivo se propone retomar el contacto para elevar a Bruselas iniciativas que permitan la continuidad de la agricultura canaria de exportación.
Canarias se escudará en su condición de RUP y en la tradicional relación comercial con el Reino Unido para plantear mecanismos alternativos que posibiliten mantener el actual nivel de apoyo público.
Una de las vías que se maneja es el incremento de las ayudas a la producción.