El Consejo de Ministros aprobó ayer los proyectos de ley de los nuevos impuestos a las transacciones financieras y a algunos servicios digitales, conocidos como tasa Tobin y tasa Google.
La ministra de Hacienda explicó que estos nuevos tributos pretenden «avanzar en un sistema fiscal más justo, más redistributivo y que se adecue a la nueva realidad económica».
El impuesto digital, o tasa Google, gravará con un 3% los ingresos que las grandes multinacionales tecnológicas obtengan de los servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación en línea y venta de datos obtenidos de información proporcionada por el usuario.
Se aplicará a empresas con más de 750 millones de ingresos a nivel mundial y 3 millones nacional, excluyendo a pequeñas y medianas empresas y a las llamadas start ups, empresas emergentes digitales.
La recaudación prevista por este impuesto es de 968 millones de euros y se liquidará trimestralmente.
Por su parte, el impuesto sobre transacciones financieras o tasa Tobin, espera recaudar 850 millones de euros gravando con un 0,2% las operaciones de compraventa de acciones de empresas españolas con una capitalización bursátil superior a 1.000 millones de euros. Tampoco afectará a las pymes.