La Inspección de Trabajo endurecerá las sanciones para acabar con la temporalidad injustificada en el trabajo e impondrá sanciones por cada contrato que carezca de causalidad.
Las empresas serán sancionadas por cada contrato laboral en el que la Inspección de Trabajo detecte fraude, con una cuantía mayor a la habitual.
Actualmente, las empresas son sancionadas una vez al detectarse fraude, y la cuantía aumenta en función del número de trabajadores afectados.
El endurecimiento de las sanciones y de su metodología se acompañará con un estudio por parte de sindicatos y patronal sobre el peso de la contratación temporal, sector a sector.
Las propuestas transmitidas por el Gobierno central a los agentes sociales pasan por una reducción en el número de contratos a tres -indefinido, temporal y de formación- con una indemnización de despido creciente para los contratos de duración determinada de 12, 16 y 20 días por año trabajado.