Canarias inició ayer la fase cero del plan de desescalada, salvo en La Gomera, El Hierro y La Graciosa, que entraron directamente en la fase 1.

La vuelta a la actividad ha sido tímida. El comercio minorista solo abrió el 20% de sus tiendas, mientras que las peluquerías y centros de estética fueron un 50%, según los datos de ATA.

Los empresarios indican que hay muchas dudas sobre las medidas de seguridad necesarias, además prevén que las ventas sean bajas, por lo que muchos optan por seguir cerrados. También están a la espera de lo que sucede con los ERTE.

La previsión es que en la siguiente fase, prevista para el 11 de mayo, se sumen más empresarios.

En cuanto a los restuarantes, apenas un 5% decidió abrir. En esta fase solo pueden tener el servicio de comida para llevar, lo que a la mayoría no le compensa. Además, la pérdida de poder adquisitivo de muchas familias hace prever que la demanda no sea suficiente para costear la reapertura.

En Las Palmas de Gran Canaria, las zonas de Triana y Mesa y López seguían con un aspecto parecido al de estas últimas semanas. Muy pocos comercios abiertos y prácticamente ningún restaurante.

En ambas zonas abrieron ópticas, ferreterías, tiendas de telefonía, bancos y peluquerías. Los comercios de textil y moda siguen cerrados.

La mayoría esperará a ver como evolucionan las siguientes semanas.