El sector del turismo activo en Canarias, que comprende actividades de ocio en contacto con la naturaleza y el deporte, se encuentra en jaque con la crisis del Covid-19. El 35% de estas empresas siguen cerradas y el 71% tiene dificultades económicas.
La mitad de los negocios estima que han sufrido pérdidas de más del 50% de su facturación.
El sector se agarra al turismo local y peninsular para salvar algo la temporada actual, aunque en ningún caso es suficiente. Se espera a la temporada alta de invierno, cuando deberían llegar más extranjeros, siempre que la evolución de la pandemia lo permita.