Todo el mundo está sufriendo el gran encarecimiento del transporte de mercancías, que ahora también se traslada a las rutas nacionales con Canarias.
Las empresas transitarias de las islas han detectado un aumento de entre el 30% y el 35% en los fletes con la Península. Un contenedor que antes costaba 1.100 euros ahora cuesta 1.400. Y a estas empresas no les queda más remedio que trasladar el aumento de precios al cliente.
El comercio mundial está pagando precios desorbitados o renunciando a la importación por el colapso del transporte marítimo internacional.
En Canarias, por su condición de archipiélago, la situación es aún más problemática para los negocios, y más ahora con la Navidad a las puertas.
El riesgo de desabastecimiento es real, sobre todo de productos provenientes de Asia.
Entre los sectores más afectados por el desabastecimiento están el textil, la electrónica y las jugueterías, tres de los máximos exponentes de las compras navideñas.