Las empresas isleñas vuelven a recurrir a los despidos ante la desaceleración económica que llevan notando desde hace meses, con caídas de las ventas en casos como el comercio o el turismo.

Los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) registrados en Canarias en los primeros nueve meses de este año han crecido un 172%, tras cuatro años de bajadas. Casi 900 trabajadores fueron despedidos por este método, según los datos del Ministerio de Trabajo.

Estos 900 despidos por ERE duplican todos los contabilizados en 2018, que ascendieron a 440.

Por su parte, las suspensiones de contrato, que permiten a los trabajadores conservar su empleo sin cobrar ni acudir a su puesto mientras duren las dificultades económicas, han afectado a 1.347 personas hasta septiembre, creciendo un 16,5%, en 191 personas. Desde que se inició la recuperación, los trabajadores afectados en Canarias por ERE suspensivos se han mantenido en cifras similares.

Las reducciones de jornada solo se han aplicado sobre once trabajadores, uno más que el año anterior.