Gobierno, sindicatos y patronal alcanzaron ayer un nuevo acuerdo para extender los ERTE hasta el 31 de mayo.
La última propuesta del Ejecutivo contempla la extensión automática y supondrá un coste de más de 5.000 millones de euros.
Se mantienen los niveles de protección social para parados aunque carezcan de los requisitos de carencia y también la prohibición a las empresas acogidas a ERTE de despedir durante seis meses. Este último punto era el que más fricciones cuasaba.