Como regla general, la legislación de la Unión Europea prohíbe el despido de las trabajadoras durante el periodo comprendido entre el comienzo de su embarazo y el final del permiso de maternidad.
Sin embargo, una sentencia del Tribunal de Justicia (TJUE) plantea una excepción: las embarazadas sí pueden ser despedidas en el marco de un expediente de regulación de empleo, porque la decisión está relacionada con motivos económicos, técnicos u organizativos de la empresa.