Las patronales hoteleras aseguran que el sector avanza en materia de renovación, sin embargo la voluntad y la inversión se topan con la burocracia, que les impide avanzar al ritmo deseado.
Gran Canaria cuenta desde 2010 con 65 resoluciones favorables de autorizaciones de renovación de edificios por parte del Cabildo. En Tenerife, 44 hoteles y complejos de apartamentos estarán remodelados al finalizar 2018.
El sector turístico del Archipiélago encadena años de récords en la llegada de visitantes y los empresarios coinciden en que la renovación hace el negocio más rentable y que los beneficios hay que convertirlos en ahorro para más inversión en diferenciación y en planta alojativa reformada.
Los datos señalan que el PIB de Canarias crecerá un 2,7% el próximo año, un punto menos que lo pronosticado para este ejercicio. Esta ralentización de la economía de las Islas refleja que su motor, el turismo, está llegando a su límite de crecimiento.
El informe The Hotel Property de la consultora Deloitte, ahonda en la necesidad de que la planta hotelera se renueve para evitar una caída de la ocupación, que pasaría de una media del 87% a un 67% en caso de que otros destinos competidores comiencen a repuntar.
Los hoteleros insiten en que se están esforzando para no quedarse atrás, pero los planes de modernización y mejora pendientes de aprobación son los que, a su juicio, impiden que la remodelación del sector avance a un buen ritmo y propician que las inversiones se desvíen a otras zonas.
Demandan a la Administración más celeridad en la aplicación de esos planes y un mayor compromiso en la renovación de los espacios turísticos públicos.