La inflación ha vuelto a crecer tras cinco meses consecutivos de descenso. El IPC cerró enero en el 5,8%, una décima más que en diciembre.
Por su parte, la inflación subyacente sigue disparada, ahora en el 7,5%, cinco décimas más.
Detrás de esta subida de la tasa general está el fin de la bonificación al combustible para particulares. Lo que parece no haber tenido efecto es la rebaja del IVA sobre los alimentos básicos, aunque habrá que esperar al dato definitivo.
Para los cálculos de este año, el INE introduce por primera vez la evolución de los precios de la luz y del gas en el mercado libre. Por contra, y en plena ola de subida de precios, ha recortado el peso de los alimentos y bebidas no alcohólicas en la fórmula. También se rebaja el peso de los gastos destinados a vivienda.