Los precios siguen fuera de control. La inflación lleva un año sin parar de crecer y la guerra va a seguir acelerando este crecimiento. El IPC subió 1,5 puntos en febrero, alcanzado el 7,6%, la tasa más alta en 36 años.

La cifra, ya confirmada por el INE, es dos décimas mayor a la que el propio instituto pronosticaba.

La electricidad y el combustible, como de costumbre, fueron los mayores protagonistas de este alza. Sin embargo, la mayoría de los alimentos también están sufriendo ya un encarecimiento generalizado.

La luz subió un 80,5% respecto a un año atrás, y los carburantes, un 52,3%.

Con el dato de febrero, el IPC interanual encadena su decimoquinta tasa positiva consecutiva.

Los salarios crecen cinco puntos por debajo de la inflación

Por otro lado, los salarios de los trabajadores por cuenta ajena han crecido un 2,26% de media, según los datos del Ministerio de Trabajo.

Esto significa que la subida de salarios es más de cinco puntos inferior a la de la inflación, con su consecuente pérdida de poder adquisitivo.