El IPC sigue subiendo, y así lleva ya un año. Ahora ha crecido otras seis décimas respecto a junio para alcanzar en el mes de julio el 10,8%, su nivel más alto desde 1984.
El incremento de los precios se debe principalmente, según se indica desde el INE, al encarecimiento de los alimentos y bebidas no alcohólicas y de la electricidad.
Los carburantes, por fin, han bajado ligeramente.
La inflación subyacente también aumenta seis décimas, hasta el 6,1%, la más alta desde 1993.
Mientras tanto, los sueldos por convenio suben un 2,4%, pero la subida de la inflación es cuatro veces mayor.