La deuda de las administraciones públicas se ha disparado con la pandemia. Los gastos para hacer frente a la crisis junto con la reducción de ingresos, dejaron el nivel de deuda público a final de año en 1,3 billones de euros, el 117,1% del PIB.

Aún así, las cifras son algo mejores de las que preveía el Gobierno por el «buen comportamiento de la economía en el segundo semestre del año», según explican desde el Ministerio de Asuntos Económicos.

La deuda de diciembre pasado fue un 10% superior a la de diciembre de 2019. Esto se debe a las ayudas directas y las medidas frente a los efectos sanitarios, económicos y sociales de la covid-19, justifican desde el ministerio.

Los bajos tipos de interés que rigen actualmente son la única buena noticia para afrontar esta deuda, mucho menos costosa que en la crisis financiera de 2008.