El Indicador de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA) bajó un 2,9% en el cuarto trimestre respecto al anterior. En verano había experimentado una subida del 7,5%.

El retroceso para este último trimestre del año se debe al empeoramiento tanto del indicador de expectativas como del indicador de situación actual. La guerra en Ucrania, la inflación, el precio de las materias primas y la subida de los tipos de interés justifican estos datos.

Las empresas que piensan que la marcha de su negocio será favorable entre octubre y diciembre se ha situado en el 15,5%, frente al 19,6% del trimestre anterior. Por su parte, los empresarios pesimistas han aumentado desde el 23,8% al 27,3%.

También crece la negatividad respecto a la situación actual.