La Confederación Canaria de Empresarios (CCE) presentó ayer el Informe Anual de la Economía Canaria 2020. En el pasado ejercicio la caída del PIB en las islas duplicó la tasa nacional y se triplicó la pérdida de empleo.
Además, el paro superó en diez puntos la media estatal y la actividad del sector servicios se redujo el doble.
Las islas de Lanzarote y Fuerteventura tienen unos datos especialmente malos por su alta dependencia del turismo. Por este motivo, la CCE reclama medidas específicas para las islas más perjudicadas.
Se atisba algún signo de recuperación este año, teniendo en cuenta que se viene de una caída enorme, para la situación todavía es muy inestable.
La Confederación cree que hay que impulsar propuestas que garanticen la solvencia y viabilidad de las empresas para mantener y recuperar el empleo. La CCE ve imprescindible simplificar trámites, licencias y permisos y crear un marco legal flexible que transmita confianza y seguridad jurídica para atraer la inversión.
También proponen un nuevo modelo de contrato ligado al Fondo de Recuperación y Resiliencia, con una vigencia de dos años y tipos reducidos o de incentivos a la Seguridad Social.