Recientemente nuestro joven monarca, el rey Felipe VI, pronunciaba en su discurso ante la Asamblea de la ONU la siguiente frase: «Es esencial conseguir un desarrollo con equidad, el disfrute real y efectivo de derechos y la igualdad de oportunidades para todos».

Efectivamente, reflexiono sobre esto, y pienso que la única manera de lograr una sociedad justa para porque se garantice la igualdad de oportunidad para todos.

La clave de los problemas que padecemos en Canarias se produce porque tenemos una sociedad en la que no hay igualdad de oportunidad para todos. Basta mirar las estadísticas de desempleo en nuestra Comunidad Autónoma, ver la evolución de las actividades económicas por sectores o el índice de exclusión social para confirmar que desgraciadamente, esto es así.

Esta desigualdad de oportunidades, que se ha consagrado en nuestra sociedad, no se produce por causas fortuitas, no, responde a las políticas diseñadas por los representantes políticos canarios que han sido refrendadas por las autoridades nacionales.

Nuestro presidente, el Sr. Rajoy manifestaba recientemente en Valencia que «no es discutible la igualdad de los españoles, estén donde estén».

Pues Canarias es desigual al resto de los españoles: Canarias tiene unos graves condicionantes derivados de la insularidad y la lejanía, cuyo coste estimado según el Centro de Estudios Económicos Tomillo, asciende a 6.000 millones de euros. Por tanto hasta que Canarias no reciba los que le cuesta la insularidad y la lejanía, no seremos iguales a los que residen en territorio peninsular. Esto  como primera constatación de la desigualdad que padecemos en Canarias.

En segundo lugar, tampoco tenemos igualdad de oportunidades las personas físicas frente a las empresas. Los canarios pagamos el Impuesto sobre las Personas Físicas igual que el resto de los residentes en el territorio nacional. Sin embargo, las empresas si pueden pagar menos que en el resto del territorio nacional, y acogerse a numeroso incentivos fiscales.

Pero es más, ni siquiera todas las empresas tienen igualdad de oportunidades en Canarias. Ya que sí eres una empresa reconocida como ZEC (Zona Especial Canaria) tendrás un tributación mucho menor que si no lo eres. Pero además, también será desigual tu situación fiscal, si tu actividad es de servicios o es del sector primario o industrial, pues estos tienen contemplados una serie de beneficios de los que no podrás disfrutar si la actividad económica que desarrollas es comercio, por poner un ejemplo.

Tampoco tienen las mismas oportunidades nuestros jóvenes, por ejemplo, que no pueden acceder al mercado de trabajo peninsular en las mismas condiciones que el resto de jóvenes españoles, pues tendrían que costearse el 50% de lo que cuesta un billete de avión, más alojamiento y dietas, si fuera a hacer una entrevista de trabajo.

Las empresas radicadas en Canarias, tampoco pueden acceder, en condiciones de igualdad al mercado español continental, pues para acceder al mismo tendría que pasar Aduanas, pagar el transporte marítimo de la mercancías y el terrestre hasta que llegue a destino.

Todo esto se ha producido por el actual modelo económico y social configurado como Régimen Económico y Fiscal de Canarias y del modelo de adhesión a la Unión Europea.

Hasta esa fecha, hasta 1991, nuestro Régimen Económico y Fiscal estaba basado en una menor tributación que en el resto del territorio nacional, en la libertad de importación y exportación, y en franquicias aduaneras y al consumo, de las que se beneficiaba la sociedad canaria en su conjunto, en su totalidad. Esta histórica tributación diferenciada respondió en un primer momento (cuando la incorporación de Canarias a la Corona de Castilla) a la necesidad de garantizar el abastecimiento a los habitantes de las islas. Pero inmediatamente después, tanto la Reina Isabel II, a propuesta de Bravo Murillo, como el General Franco en 1972 se debió a la necesidad de garantizar la igualdad de oportunidades a los residentes en Canarias, y a toda la sociedad en su conjunto, personas físicas y empresas.

Esto, como sabemos los que ya peinamos canas, permitió un crecimiento de la actividad económica y del empleo muy importante, no en vano nos convertimos en destino turístico de compras de la España peninsular, y supermercado de la costa occidental de África.

Todo eso se perdió con el actual modelo económico y fiscal del REF, y eso a pesar de que las cifras económicas, tanto en actividad como en empleo son tan negativas.

Hasta que no se desarrolle un REF que garantice la igualdad de oportunidades para los canarios, empresas y personas físicas, y se permita el disfrute real y efectivo de los derechos de todos los españoles, no habrá equidad en nuestra tierra.

Estoy de acuerdo con Su Majestad, el rey Felipe VI.

Antonio Rodríguez Suárez, español nacido en Canarias.