El ente de conservación de El Goro está cansado de la inacción del Gobierno local, al que ha lanzado un ultimátum.
O se resuelven todos los expedientes, peticiones y reclamaciones pendientes para garantizar la viabilidad de Goroeco, o se procederá a su disolución para que sea la ciudad la que gestione la urbanización El Goro.
Así se indica en un escrito dirigido al alcalde.
Hace un año ya dimitió don Sebastián Grisaleña como presidente de Goroeco, cansado de lo que entendía un ninguneo por parte de la Administración.