Las casas rurales y el alquiler vacacional se adelantan en la recuperación turística de Canarias. Hoteles y apartamentos se mantienen a la espera del turismo extranjero, que no comenzará a recuperarse al menos hasta finales de octubre.
El visitante local sí que está impulsando el turismo rural y de interior, situando al sector en una posición privilegiada para superar la crisis del coronavirus.
En julio y agosto ya es practicamente imposible encontrar alojamiento con piscina privada, lo más demandado. Y comienzan a escasear las plazas para la primera quincena de septiembre.