La crisis provocada por el coronavirus ha desplomado en un 30% la facturación de las empresas del sector servicios del Archipiélago. Esto supone una merma de 6.600 millones de ingresos en 2020.
Canarias es la región del país en la que los servicios se han visto más afectados.
Bares y restaurantes, comercios, transporte y almacenamiento, o administración y servicios son un ejemplo de negocios cuyo volumen de ventas depende en gran medida de un turismo inexistente este año. Otra parte la sustenta la población local, que a su vez se dedicada también mayoritariamente a la actividad turística, por lo que la destrucción de empleo y los ERTE han reducido su poder adquisitivo.
La caída de la facturación del sector servicios en Canarias es casi el doble que la media española, que se sitúa en el 16%.
La actividad que más sufre es la hostelería, que pierde un 62,7% de ingresos.
El comercio, por su parte, ha perdido un 17,2%. El sector calcula que uno de cada cinco comercios de Canarias está en riesgo de cerrar, más de 1.700 tiendas.
La reducción del empleo en el sector servicios, sin contar los ERTE, es del 7,1% a lo largo del año.