El acuerdo del G7 que fija un impuesto mínimo universal para las grandes empresas genera inquietud en Canarias, ya que podría comprometer los incentivos fiscales de los que se benefician las empresas con el REF.
El objetivo de dicho acuerdo es que las grandes compañías no se establezcan en territorios con una baja fiscalidad y tributen allí por todos los ingresos que perciban en diferentes países.
Cuando esto sea una realidad, Canarias deberá hacer valer su condición de RUP y pelear para poder mantener el diferencial fiscal que tiene en estos momentos, gracias al cual las empresas pueden deducirse la base imponible del impuesto de sociedades hasta llegar al 2,5%, siempre y cuando se reinvierta el 90% de los beneficios.
De momento, esta tributación mínima acordada por el G7 solo afectará a grandes empresas.