El Consejo de Ministros aprobó ayer el código de buenas prácticas para que los bancos puedan reestructurar los créditos a empresas y autónomos avalados por las sociedades públicas ICO, CESCE y CERSA.

Se podrá reducir hasta el 50% del capital avalado pendiente de pago si la empresa sufrió una caída de la facturación en 2020 de entre el 30% y el 70%. Si la pérdida de ingresos fue superior al 70%, la reducción alcanzaría el 75%.

Además, la cuenta de resultados tendrá que estar en negativo después de impuestos el año pasado.

También se podrá ampliar más de los dos años previstos inicialmente el periodo de carencia en el pago si lo acuerdan cliente y entidad. Se ampliará de ocho a diez años el plazo de vencimiento del préstamo.