A finales de 2015, 131.230 ocupados en Canarias tenían un contrato a jornada parcial, el 16% del total de trabajadores. Desde la entrada en vigor de la reforma laboral del PP, el volumen de trabajadores que no llegan a la jornada completa ha aumentado un 40%.
Antes de la crisis, Canarias redujo al mínimo histórico el porcentaje de trabajadores con jornadas a tiempo parcial. En el primer trimestre de 2008 suponían el 9,5% del total de 847.620 ocupados.
A partir de entonces, el trabajo de calidad se fue perdiendo, aumentando los contratos en precario en el Archipiélago. Fue la cantidad y la calidad del empleo el primer mecanismo de adaptación a la crisis que usaron las empresas.
La reforma laboral aprobada en febrero de 2012 ha propiciado que en el cuarto trimestre de 2015 se alcance el volumen más alto de ocupados a jornada parcial en las Islas, el 16,35% del total, un 39,6% más que a finales de 2011, justo antes de entrar en vigor la reforma, y un 62,5% más que en el primer trimestre de 2008.
Con el inicio del cambio de ciclo económico, a partir del segundo trimestre de 2014, comenzó a recuperarse empleo a tiempo completo, hasta llegarse en el cuarto trimestre de 2015 a 671.450 ocupados con estos contratos, un 2,7% más que a principios de 2012. Sin embargo, aún son un 12,4% menos que en el primer trimestre de 2008.