La crisis del coronavirus está afectando duramente al tejido empresarial de todo el país. La paralización de la actividad ha llevado a grandes y pequeñas empresas a presentar ERTEs masivos y pone en jaque a los autónomos.
Cepyme ha publicado unos cálculos que estiman que entre 2,5 y 3 millones de trabajadores se verán temporalmente afectados por el parón de la actividad. Posteriormente, y considerando una duración de la crisis de solo cuatro semanas, se destruirán definitivamente más de 300.000 empleos en 2020.
Las pymes serán las más afectadas por esta pérdida de empleo, concentrando más del 60% de estos puestos desaparecidos.
Considerando esas cuatro semanas, el impacto en el PIB sería un 0,9%, que se elevaría hasta el 1,7% al incluir los efectos indirectos e inducidos sobre el conjunto del sistema económico.
Las microempresas perderían algo más del 2% del empleo total, frente a un impacto medio en el conjunto del sistema del 1,6%.
Por actividad, la caída estimada en los servicios sería del 7,3%, mientras que el impacto sería prácticamente nulo en los servicios públicos.