El plan de ahorro energético impuesto por el Gobierno cumple hoy su tercera jornada de vigencia. De momento, solo hay que regular la temperatura y apagar las luces a las 10 de la noche.
Sin embargo, muchos ya piensan en como adecuar sus negocios para las próximas medidas. El Real Decreto obliga a que antes del 30 de septiembre los locales tengan puertas de cierre automático para ahorrar energía.
La mayoría de los pequeños comercios no pueden afrontar ahora mismo este gasto, por lo que necesitan ayudas. En algunos casos, el coste podría llegar a los 3.000 euros. Además, tampoco está claro como debe ser exactamente el mecanismo.
La instalación de este cierre automático busca evitar que se escape el aire frío. Si no hay dinero para ponerlas, los negocios optarán por apagar el aire acondicionado para no incumplir la norma.
Las sanciones podrían ir desde los 60.000 hasta los 100 millones de euros para las infracciones muy graves. Tampoco hay certezas sobre como se medirá el grado de incumplimiento.
Aclarar este último punto y ofrecer algún tipo de ayuda es lo que el comercio canario demanda de la Administración Pública.