Un estudio de Randstad en colaboración con Cepyme, indica que subir el salario mínimo hasta los 1.000 euros al mes por 14 pagas en el año 2022 podría destruir entre 60.000 y 130.000 puestos de trabajo en un año.
El análisis incluye tanto los empleos destruidos como los no creados.
Más de la mitad de los empleos que desaparecerían con esta medida pertenecerían al sector de hostelería y comercio.
El impacto sería mucho mayor en los jóvenes y en los trabajadores con menor cualificación.
Sumando los importes de subida de este año (19 euros) y de 2022 (31 euros), el SMI tendría que aumentar 50 euros para llegar a los 1.000 euros mensuales propuestos por el Gobierno, un aumento del 5,3% respecto a los actuales 950 euros.