Un estudio publicado por Funcas indica que tener un sector exportador sofisticado y especializado, basado en productos cada vez más complejos que pocas economías puedan producir, puede ser clave para mejorar la calidad y la estabilidad del empleo.
Del estudio se desprende que Canarias es una de las comunidades con menor “complejidad” de sus exportaciones, pero también la que más ha crecido entre 1995 y 2017.
“La base del crecimiento económico reside en la capacidad de producir mayor variedad de bienes y, a la vez, productos cada vez más complejos que pocas economías puedan producir”, apunta la investigación.
El sector exterior del Archipiélago tiene un índice de complejidad de las exportaciones de 42,1 para el periodo 2011-2017, casi ocho puntos por debajo de la media española (50).
Los productos que sustentan la complejidad exportadora de las Islas son, en primer lugar, los combustibles y aceites minerales, seguidos por las máquinas y aparatos mecánicos, la perfumería, las piedras y metales preciosos, joyería y bisutería y los vehículos.