La Comisión Europea ha aumentado medio punto su pronóstico de crecimiento para España en 2017, desde el 2,3% apuntado en febrero hasta el 2,8%. El déficit público a final de año se calcula en un 3,2% del PIB, tres décimas mejor que el cálculo anterior pero una décima superior al objetivo pactado con la UE.
La expansión de la economía española se reducirá hasta el 2,4% en 2018.
Según el informe, el consumo privado seguirá siendo la principal fuente de crecimiento, aunque este se ralentizará a medida que disminuya el ritmo de la creación de empleo, entre otros factores.