La bonificación del 99% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que entrará en vigor el 1 de enero, ahorrará a los contribuyentes unos 66,1 millones de euros, según manifestó ayer la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, en el Pleno del Parlamento.
Entre 2007 y 2014, los años de crisis, 5.062 familias canarias se vieron obligadas a renunciar a sus herencias, por lo que el objetivo de esta medida fiscal es impedir que el Gobierno central se quede con muchos de esos bienes.
La reducción del impuesto se llevará a cabo sin tener en cuenta el nivel de patrimonio previo.
Según las últimas estadísticas del Consejo General del Notariado, en Canarias se renuncia cada día a 3,3 herencias, dato que ha ido incrementándose a lo largo de estos últimos años de crisis, con un alza interanual en 2014 del 40%.
La consejera también habló del Impuesto General sobre el Tráfico de Empresas. La cantidad que Canarias dejará de devolver al Estado en concepto del IGTE «está en torno a los 160 millones de euros al año a partir de 2016”.