Canarias vivió ayer el arranque de la fase uno de la desescalada y sus principales calles comerciales se llenaron de gente desde primera hora.

La apertura de los negocios se produjo de forma lenta, ya que muchos apuraron hasta el final para hacer las modificaciones que permitiesen abrir cumpliendo todas las medidas de seguridad y los protocolos exigidos.

Otros locales prefieren esperar unos días más, atentos a la evolución.

Por ejemplo, la zona Triana rondaría el 70% de su actividad habitual. En los próximos días se irán incorporando el resto de los comercios que tienen menos de 400 metros. Algunos, sin embargo, no volverán a abrir más.

Los que abrieron lo hicieron entre la incertidumbre y el pesimismo, pero al final del día registraron una buena afluencia y ventas. La misma sensación tienen los comerciantes de Mesa y López. No obstante, se teme que solo fuera el tirón del primer día.

Las terrazas, más precavidas

La apertura de las terrazas, por su parte, ha sido más tímida. El presidente de la asociación de empresarios de bares, cafeterías y restaurantes de Las Palmas, estima que solo reabrieron un 30% de estos negocios y la mayoría no quiso llegar al 50% del aforo permitido.

Muchos no pueden abrir todavía por estar en centros comerciales, otros no tienen mesas en el exterior, y la mayoría son pequeños y no les compensa abrir para la mitad de aforo. Además, si nos vamos al sur de la isla, no se abre porque no hay turistas.