El sector tomatero de Canarias está expuesto a perder 3,5 millones de euros anuales en ayudas tras el ‘brexit’.

Si las negociaciones con Bruselas para reorientar estas ayudas no prosperan, los productores del Archipiélago perderían unos 17 céntimos por cada kilo exportado a Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Canarias exportó a estos territorios 20,13 millones de kilos en 2018, mientras que en los primeros siete meses de este año han sido 12,7 millones de kilos.

El Gobierno canario ya puso en marcha desde la legislatura anterior una estrategia para cambiar las líneas de ayuda con las que la UE compensa el sobrecoste de enviar el producto a Reino Unido. Estos planteamientos se centran en reforzar la condición de RUP para mantener un trato diferenciado, y en destinar a la producción una parte de las ayudas que se reciben para la comercialización.

Las asociaciones canarias de productores y exportadores de tomate estiman correctas las cifras de pérdidas que calcula la Consejería de Agricultura, pero advierten de que los números pueden crecer.