La tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en julio en el 1%, tres décimas menos que el mes anterior, registrando su menor nivel desde noviembre de 2016. Estos datos pueden suponer la intervención inminente del Banco Central Europeo (BCE).

La bajada de la inflación en julio se debe a la menor subida de los precios de la energía, con un alza interanual del 0,5%, mientras que los alimentos frescos se encarecieron un 1,7%. El precio de los servicios subió un 1,2% en julio y los bienes industriales no energéticos se encarecieron el 0,4%.