Canarias no quiere incorporar un impuesto turístico que grave las pernoctaciones hoteleras, tal y como solicita el comité de expertos para la reforma de la financiación de las entidades locales al Ministerio de Hacienda.
El tributo propuesto no sería obligatorio y cada municipio podría establecerlo de forma voluntaria. En el Archipiélago, tanto la federación de municipios como las patronales turísticas están claramente en contra.
La Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas advierte que el impuesto encarecería el destino y se perdería competitividad. Algo que también se sostiene desde la Comisión de Turismo de la Cámara de Comercio de Gran Canaria.
Además, recuerdan que los hoteleros canarios siguen reivindicando al Ejecutivo que rebaje al 5% el IGIC, que se subió al 7% en 2012, lo que provocó que la tributación se elevara en un 40%.
