El Consejo de Gobierno de Canarias acordó ayer destinar su superávit de 300 millones de euros a la financiación de los servicios públicos esenciales.

Madrid no ha autorizado ese uso, pero desde la administración canaria se insite en que esta iniciativa no busca un enfrentamiento con el Gobierno estatal. «El dinero de Canarias se queda en Canarias, no hay ninguna voluntad de confrontación, pero sí queremos mandar un mensaje a los canarios», explicó la consejera de Hacienda, Rosa Dávila.

Dávila explicó que el Gobierno de Canarias cuenta con instrumentos para que esos recursos queden en las Islas, a pesar de la negativa del Ejecutivo Central.

Además, se espera que el nuevo gobierno que se conforme en España «comprenda la importancia de la modificación de la Ley de Estabilidad y se adapte a las nuevas circunstancias».